BULBOSAS O GEOFITAS NATIVAS

por Gustavo Aliaga D.

El Bosque Nativo que vive en el Valle de Tagua Tagua corresponde al Tipo Esclerófilo y Matorral Espinoso. Este Bosque se caracteriza, entre muchas otras cosas, por registrar un alto grado de Endemismo, esto quiere decir que muchas especies de Plantas y Animales que habitan estas zonas, de manera natural solamente crecen aquí y en ningún otro lugar del planeta. Esa gran diversidad de plantas presentes únicamente en nuestro país otorga a nuestra flora Importancia Mundial.

El Valle de Tagua Tagua no escapa a esta situación y un claro ejemplo de esto es lo que ocurre con las Plantas BULBOSAS O GEOFITAS NATIVAS.

Dentro del Reino Vegetal, este grupo de Bulbosas corresponden a plantas herbáceas provistas de estructuras vegetativas subterráneas especializadas en el almacenamiento de carbohidratos, agua y minerales. Esas estructuras les permiten sobrevivir, en estado de receso, a condiciones desfavorables, como sequía y temperaturas extremas (altas y bajas). Cuando las condiciones son favorables, rápidamente reanudan el crecimiento y completan su ciclo. Este fenómeno lo podemos evidenciar año tras año principalmente en los meses de primavera, momento en el cual nuestros cerros se bañan pintan de colores y diversas tonalidades gracias al florecimiento de numerosas bulbosas nativas y endémicas de nuestro país.

La estructura de reserva de las Bulbosas o Geófitas puede corresponder a un bulbo, cormo, raíz tuberosa, rizoma, hipocótilo engrosado, tubérculo, etc., pero son llamadas “bulbosas”, en sentido amplio.

Existen bulbosas muy conocidas y comercializadas en el mundo, como son el tulipán, lilium, gladiolo, jacinto y narciso, y otras menos conocidas recién comienzan a cobrar importancia, como son algunas especies chilenas, tales como Alstroemerias, Huillis y Añañucas. Se estima que Chile presenta 35 géneros de bulbosas, siendo, el segundo país en el Mundo, después de Sudáfrica, en cuanto a riqueza de estas plantas.

Estas especies, además de su valor ornamental, poseen un valor cultural, un potencial uso medicinal o alimenticio y son de gran interés para firmas comerciales y centros de investigación de países con una industria florícola más desarrollada, tales como Holanda, Estados Unidos e Israel.

Sin embargo, en Chile no se ha valorado lo suficiente la importancia de su domesticación y cultivo de estas plantas tan apreciadas por los extranjeros, permitiéndose que el material salga libremente del país, y en algunos casos, realizándose recolecciones indiscriminadas, lo cual, sumado a la actividad urbana, agrícola y forestal, ha puesto en peligro la conservación de muchas de estas plantas.

El grupo de Acción Ecológica y Conservación AÑAÑUCA se ha dedicado durante el último año a recolectar las estructuras vegetativas subterráneas de estas plantas para así realizar una conservación Ex Situ, es decir fuera de su hábitat natural, y lograr multiplicarlas de manera que las poblaciones de estas plantas crezcan en número e idealmente llegar a confeccionar un banco genético de algunas especies características de la comuna de San Vicente.

Este es uno de los objetivos específicos del proyecto “Conservación y Difusión del Bosque Esclerófilo. Patrimonio y Herencia Natural del Valle de Tagua Tagua” y para esta primavera, a través de un invernadero de propagación de Flora Nativa, esperamos obtener las primeras generaciones de AÑAÑUCAS, HUILLIS, ALSTROEMERIAS Y ORQUIDEAS, entre otras, todas oriundas de nuestro valle.